martes, 19 de mayo de 2009

Tres

¿Recuerdas los momentos
en que sólo éramos tres:
Tú, yo y la soledad?
Fueron momentos dichosos
llenos de amor, de pasión.
Ahora somos sólo dos:
la soledad y yo.
Y de aquella dicha
ya no queda nada.
Aquella pasión
sólo es un recuerdo.
Y el amor ya no está;
por haber sido tan grande,
su ausencia es más dolorosa.
Su hueco es un vacío
que mata el corazón,
que ahoga el alma,
que asfixia el espíritu.
Verte tan feliz
me hace daño.
Estoy muriendo por dentro,
por mis venas corren lágrimas
y de mis ojos brota sangre
al llorar tu recuerdo.
¿Tú también recuerdas aquellos momentos
en que sólo éramos tres?

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