viernes, 30 de abril de 2010

Palabras

Palabras de mi abuelo para mí: - - - - - - -
Palabras de mi padre para mí: - - - - - - -
Palabras mías para mis hijas: Hijas, sé que no van a comprender el inmenso amor que les tengo hasta que ustedes sean, a su vez, madres. Pero el hecho de que no comprendan el amor que les tengo, no me impide declarárselo, hacérselo saber y con eso, hacerles saber que cualquier cosa que les diga, que les aconseje, estará guiada por ese amor. Todo esto no significa que no pueda cometer errores en cuanto a mis apreciaciones e incluso en cuanto a lo que les aconseje, pero sepan que nunca mis palabras van a estar guiadas por otro sentimiento que no sea el amor.
Así que mi primer consejo (por escrito) es este: sean quienes ustedes quieran, sin tomar en cuenta lo que yo quisiera que fueran. Es decir, sigan sus propios impulsos, persigan sus sueños y luchen por alcanzarlos. Yo las ayudaré a conseguirlo, si me lo permiten, pero no haré nada por mostrarles el camino, por la sencilla razón de que yo mismo lo desconozco, pues cada uno es distinto para cada quien. Trataré de enseñarles a salir adelante en las pruebas de la vida, pero no podré decirles cómo hacerlo, porque cada circunstancia se presenta de manera diferente para cada quien. Lo que me interesa, en todo caso y de manera inconmovible, es que sean felices... esa será entonces uno de mis mayores gozos.

Confianza

Antier, miércoles 28 de abril de 2010, Diana, mi hija mayor, me platicó que Alexis le pidió ser su novia. No me molestó, ni siquiera me puso nervioso, a pesar de que Diana tiene apenas 10 años. Alexis es un compañero de escuela y, por lo que Diana me ha platicado, a ella siempre le gustó, pero él tenía preferencia por Frida... hasta hace algunos días, en que él comenzó a hacerle comentarios a Diana respecto a que le gustaba y cosas así. Mi hija está emocionada, nerviosa y supongo que feliz... Yo estoy conmovido, pues me gusta ver que mi hija está desarrollándose con normalidad, que está viviendo sus procesos y que está preparándose para afrontar la vida, que nunca es fácil. Y creo que es bueno que no sea fácil, pues las dificultades son las que van formando el carácter de una persona. No digo que no me preocupe por la inquietud de mi hija a esta edad, pero yo recuerdo que a esa edad también tenía muchas ganas de tener novia. Había muchas niñas que me gustaban en la escuela, pero una en especial, Araceli, me atraía más que todas ellas... recuerdo que a mi amigo Felipe también le gustaba y yo le ayudé a escribirle una carta, pero en screto yo hasta le "compuse" una canción... a ninguno de los dos nos hizo caso, pero el punto es que sé que a esa edad uno tiene muchas inquietudes y no quiero cometer el error de "olvidar" que yo también fui niño y lo que sentía y pensaba y hacía en aquella época. La diferencia ahora es que yo nunca le platiqué a mi madre cosas como esas... espero que la confianza que Diana me tiene sea positiva y nunca defraudada por mí.