Cuando entregamos el alma
qué difícil es recuperarla.
Cuando consagramos a alguien nuestro amor
qué trabajo cuesta dejar de sentirlo.
Cuando damos por completo el corazón
qué triste es recoger los pedazos.
Aunque juntemos los trozos y los unamos
nunca volverá a ser el mismo.
Ahora mi corazón
se encuentra destrozado.
Tengo que entregarme a la tarea
de reconstruirlo.
Tengo que limpiarlo perfectamente
que no quede ni una huella de tu amor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es una buena terapia actualizar el blog
ResponderEliminar